Tres hombres son enjuiciados en Alemania por el intento de chantajear a la familia del ex campeón alemán de Fórmula Uno Michael Schumacher.
En su momento, los implicados pedían un rescate de 15 millones de euros para no hacer públicas las actas médicas, así como fotografías y vídeos privados del legendario piloto sustraídos de su domicilio en Suiza.
Entre los procesados estaba Markus F., de 53 años, un experto en seguridad que trabajó muchos años al servicio de la familia Schumacher. Consideran que es el responsable del robo del acta médica digital del corredor, así como de más de 900 fotos y 600 vídeos privados del piloto, su mujer Corinna y sus hijos Gina María y Mick, que copió de un ordenador en su residencia en la localidad suiza de Gland y pasó a cuatro discos duros.
Ahora, los otros dos procesados son Yilmaz T., de 53 años, principal acusado y portero de discoteca, y su hijo Daniel L., de 30 años, fueron los que contactaron directamente a la familia para hacer el chantaje bajo la amenaza de publicación de toda la información confidencial del ex piloto de Fórmula Uno en una red clandestina de Internet, sabiendo que rápidamente llegarían a todo el mundo.
Es de recordar que, desde diciembre de 2013, Schumacher sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceses, que le causó graves lesiones cerebrales de las que no se ha recuperado.
Tras el incidente, su familia lo mantiene protegido y aislado de la opinión pública en su casa, sin que nadie tenga información sobre su estado de salud más allá de lo que la propia familia ha contado. Más de 10 años de hermetismo en los que tampoco han salido a la luz fotos y vídeos del alemán, y precisamente con eso los acusados intentaron chantajear a los Schumacer.
«Dígale a la familia que lo siento de verdad»
Al comienzo del juicio Yilmaz T. dijo que «Me toca dar la cara. Soy el responsable de esta mierda». También, el acusado del chantaje pidió al abogado de Corinna Schumacher que le transmita un mensaje: «Por favor, dígale a la familia que lo siento de verdad».
El chantajista explicó que recibió del antiguo asesor de seguridad dos discos duros externos con el material comprometedor, que a su vez se los había proporcionado supuestamente una de las enfermeras que atienden permanentemente al corredor.
«Pensé que con la historia podría ganar algo de dinero. La suma íbamos a repartirla entre los tres. Pensé en 10 a 15 millones. Al final pedí directamente 15», añadió durante su declaración. Yilmaz T. reveló que copió los datos en cuatro memorias USB y pidió a su hijo que enviara un correo electrónico desde una dirección que no se pudiera localizar. También su hijo confesó personalmente su participación en los hechos, mientras el experto en seguridad lo hizo mediante una declaración escrita que leyó su abogado.
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