Todo pasó en cuestiones de segundos, un adolescente de Oklahoma, en los Estados Unidos se salvó de milagro, casi muere electrocutado cuando cargaba su celular.
Danielle Davis, la madre explicó, a las autoridades que Rayce Ogdahl, de 16 años, se encontraba acostado en la cama y antes de ponerse a dormir decidió asegurarse de que su teléfono se estuviera cargando.
Sin embargo, al comprobar que el móvil estuviera cargado, el crucifijo que llevaba entró en contacto con la parte metálica de las clavijas del enchufe. Entonces, recibió una descarga eléctrica.
«Dijo que todo sucedió en cuestión de segundos y vio claramente chispas saliéndole del cuello», reveló Danielle Davis. «Me dijo que le dolía todo el cuerpo y que pensó que se iba a morir», agregó.
«Estuvo completamente consciente durante todo el proceso y se dio cuenta de que se estaba electrocutando. Como todo era metal, hizo un circuito completo alrededor de su cuello. Era como una bobina caliente. Y tiene quemaduras en las manos por intentar romper la cadena que lleva en el cuello», manifestó.
Crucifix necklace shocks teen nearly to death in freak accidenthttps://t.co/w0TggzsWb1
— Kennedy News and Media (@Kennedy__News) May 14, 2024
El menor fue trasladado a un hospital donde le diagnosticaron quemaduras de segundo, tercer y cuarto grado. Las cicatrices en el cuello le quedarán de por vida a menos que se someta a un trasplante de piel.
«Ningún mensaje de texto o notificación es lo suficientemente importante como para tener el teléfono en la cama. Puede pasar cualquier cosa, y Rayce es prueba de ello», concluyó la mujer.
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