¿Quién dijo que necesitas ingredientes complicados y difíciles de conseguir para disfrutar de un delicioso y saludable helado? Solo necesitarás dos ingredientes, y uno de ellos es la fresa.
Además, este helado de fresa casero tiene una textura suave y cremosa que te hará pensar en los helados de las heladerías artesanales.
Lo que necesitas:
Helado de fresa en casa
Empieza limpiando las fresas, es decir, lávalas bien y procede a retirarles la parte de las hojas y tallos.
Luego, córtalas por la mitad o en cuartos para facilitar el trabajo al procesador o la licuadora.
Coloca estas fresas limpias dentro de una bolsa con cierre y congélalas durante toda la noche.
Al día siguiente, coloca estas fresas en un procesador de alimentos (que permite comer el helado después de triturar) o, si no lo tienes, colócalas dentro del vaso e la licuadora.
Si usas la licuadora, ten en cuenta que necesitarás agregar más yogur para lograr una mezcla homogénea; por tanto, tendrás que congelar la mezcla por un par de horas más.
A continuación, añade el yogur y empieza a triturar hasta obtener una pasta sedosa y homogénea.
Si utilizaste el procesador de alimentos, ya tienes el helado de fresa casero con yogur listo para servir, sin embargo, rectifica el sabor.
En caso de que le falte dulzor puedes añadir azúcar, miel o monkfruit para mantenerlo saludable.
Si lo hiciste en la licuadora, notarás que tiene la consistencia de un smoothie. Si te gusta puedes consumirlo tal como está; no obstante, para que se convierta en un helado, vierte esta mezcla en un molde recubierto interiormente con papel film, alísalo y coloca otro papel film en contacto con la superficie para protegerla.
Por último, congélala solo un par de horas y sirve. ¡A disfrutar!
