Ante las altas temperaturas, es importante mantener ciertas precauciones con los teléfonos celulares y así evitar el estrangulamiento térmico (throttling), sobre todo en móviles de gama alta.
El throttling es una técnica que lleva empleándose desde hace años (también en PCs), y que rebaja el rendimiento del dispositivo para que no se siga calentando. En el caso de teléfonos de gama alta no suele notarse en exceso, pero si tenemos un terminal de gama media y alcanza una temperatura de trabajo inadecuada, podemos empezar a notar lag y tirones considerables; reseñó Xataka.
- Adiós a los picos de brillo: uno de los elementos que más energía consume en tu teléfono es la pantalla. En los últimos años, los picos de brillo han ido aumentando hasta igualar o superar los 2.000 nits, cifras sencillamente espectaculares, aunque puntuales para no acabar con nuestra autonomía. Si el teléfono alcanza una temperatura elevada, es más que probable que reduzca el brillo de la pantalla.
- La batería: es uno de los componentes más sensibles al calor. La evidencia científica nos pone sobre la mesa que la temperatura es un factor crítico, con un impacto significativo en su rendimiento. La alta temperatura puede traducirse en un envejecimiento prematuro de la batería de litio, un daño irreversible.
- Las temperaturas de trabajo: por el lado de Apple, nos indica que la temperatura de trabajo «aceptable» para usar un iPhone está comprendida entre entre 0 y 35 ºC. El gigante Android, Samsung, corrobora que esta es la franja correcta. De hecho, indican que «una temperatura muy alta o muy baja puede provocar cambios en el comportamiento del dispositivo para regularla. El uso de un dispositivo en condiciones de mucho calor puede acortar de forma permanente la duración de la batería«.
Cómo proteger el teléfono de altas temperaturas
Es importante tener en cuenta estas recomendaciones para evitar que se sobrecaliente:
- La funda, solo en la calle: Si quieres proteger tu teléfono a toda costa, la funda sigue siendo el mejor aliado. No obstante, si estás en casa y no hay una alta probabilidad de que se caiga, recomendamos quitarla.
- No cierres las apps a la desesperada: Uno de los mitos más extendidos es el de que cerrar las aplicaciones en nuestro teléfono libera recursos: todo lo contrario. Salvo que algún proceso se haya quedado congelado (algo poco probable en los móviles actuales), cerrar todas las apps solo provocará que vuelvan a abrirse aquellos procesos con auto-inicio, consumiendo más recursos, batería y sobrecalentando el terminal.
- Evita las apps que prometen enfriar tu dispositivo: Es imposible lograr esto cerrando apps, y esto es precisamente lo que hacen este tipo de aplicaciones. Por el camino, aprovechan para mostrar una buena cantidad de anuncios y, curiosamente, suelen quedarse en segundo plano analizando datos del dispositivo y consumiendo recursos.
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