Hace poco una mujer con vestimenta reminiscentes a las mujeres musulmanas, supuesta viajera del tiempo, presentó en el aeropuerto JFK de Nueva York un pasaporte emitido por un país desconocido llamado “Torenza”.
En cuestión de segundos, las redes sociales y algunos portales de noticias se vieron inundados por un relato que parecía sacado de una película de ciencia ficción.
El incidente, que rápidamente se volvió viral, desató una ola de especulaciones, teorías conspirativas y debates sobre viajes en el tiempo. Sin embargo, lo que parecía ser un curioso enigma se trataría de un relato previamente elaborado.
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El Caso de la Viajera de Torenza
El relato comenzó con un clip que mostraba al presidente salvadoreño Nayib Bukele declarando: “Si esta mujer realmente vino del futuro, quiero verla cara a cara, porque ningún pasaporte inventado va a poner en duda la soberanía de mi país”.
El contexto, según un supuesto presentador de noticias, era que una mujer había intentado ingresar a Estados Unidos con un pasaporte de «Torenza», un país que no aparece en ningún atlas, base de datos internacional ni registro migratorio de la ONU o embajadas.
El documento, según reportes de medios internacionales, era sorprendentemente detallado, con sellos de entrada y salida de países como Japón, España y Brasil.
La mujer, descrita como desconcertada pero firme en su relato, afirmó que Torenza era una nación con siglos de historia y señaló en un mapa una ubicación que, según las autoridades, correspondía a una zona inexistente.
Sin embargo, el caso tomó un giro aún más extraño: tras ser trasladada bajo custodia para verificar su identidad, la viajera desapareció sin dejar rastro, junto con el pasaporte y cualquier evidencia física. Las pocas imágenes disponibles, que mostraban a la mujer caminando por el aeropuerto, se compartieron masivamente, pero eran repetitivas y de baja calidad, lo que alimentó las sospechas.
El revuelo en las redes fue inmediato. Creadores de contenido, influencers y usuarios comunes especularon sobre la posibilidad de que la mujer fuera una viajera del tiempo o de una dimensión paralela. Sin embargo, la verdad pronto salió a la luz: el video era una falsificación creada con imágenes generadas por inteligencia artificial y síntesis de voz.
Ningún medio local neoyorquino confirmó la noticia de tal incidente en el aeropuerto JFK, pese a que existía un supuesto registro de la mujer captado en cámara. Las imágenes de la mujer no correspondían a una persona real, sino a una figura creada digitalmente para simular un evento de seguridad. Asimismo, la voz del presidente salvadoreño no era auténtica.
A pesar de estas aclaraciones, el clip acumuló millones de visualizaciones, y el debate continuó, con algunos internautas defendiendo la autenticidad del caso frente a la verificación oficial.
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