Se trata de elaborar unas bolitas de queso mozarella deliciosas, suaves, perfectas para formar parte de un aperitivo especial. O como un plato más de una cena con amigos.
Sea como sea la forma en que las disfrutes, estas bolitas de queso son el plato perfecto: gustan a todos, son rápidas de cocinar y se hacen sin tener que encender el horno.
Con 3 ingredientes harás esta receta
- 300 g de queso mozarella
- 3 cucharadas de Maizena
- 1 huevo
Paso a paso para las bolitas de queso
Comienza por rallar los 300 g de queso mozarella y ponlo en un bol grande. Añade la Maizena o harina de maíz y el huevo. Mezcla bien con una cuchara.
Mezcla los ingredientes con las manos para conseguir una masa homogénea.
Cuando ya lo tengas, lleva la masa a la encimera para empezar a amasar hasta que te quede con una consistencia como de masa de pan. Forma un rectángulo grande.
Parte el rectángulo de masa en porciones más o menos iguales. Haz bolitas con cada una de ellas amasándolas con las manos, hasta terminar toda la masa.
Procura que todas tengan el mismo tamaño.
Pon a fuego medio una sartén con abundante aceite y fríe las bolitas cuando esté muy caliente.
Ve dándoles vuelta para evitar que se quemen: deben quedar doraditas. Colócalas sobre un papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.
Las bolitas de queso sin horno puedes servirlas con salsas suaves, ya que el sabor del queso será lo bastante intenso.