El gobierno de Venezuela rechazó, este miércoles 06 de marzo, la extensión de decreto de EEUU contra el país; emitido desde el año 2015, para imponer medidas coercitivas unilaterales contra la nación.
A través de un comunicado emitido por la Cancillería, se manifestó su enérgico rechazo a la renovación de la ilegal orden ejecutada por la administración de EEUU.
Es de recordar que se trata del decreto del expresidente Barack Obama, que fue promulgado en marzo 2015, denominado Orden Ejecutiva 13.692; con la cual se declaró a Venezuela como «amenaza inusual y extraordinaria» para los Estados Unidos.
Por su parte, el presidente Joe Biden comunicó al Congreso que desea extender el decretó más allá del 8 de marzo de 2024.
En este sentido, la Cancillería expresó que «Con esta acción innecesaria, absurda y hostil, queda demostrado que el liderazgo decadente de los Estados Unidos no está en capacidad de diseñar una política exterior coherente que no se base en la coerción, el chantaje o el irrespeto».
Así mismo, el documento reza que «Estados Unidos es hoy rehén de sus propias políticas de agresión. La crisis migratoria ante la cual tantos operadores políticos manifiestan preocupación no es sino consecuencia directa e inmediata de sus medidas coercitivas y bloqueos. Por otra parte, no se puede esperar otra cosa de un gobierno que normaliza y banaliza el genocidio contra el pueblo palestino o que se muestra indiferente ante la pérdida progresiva de los derechos civiles de sus minorías».
De igual manera, reafirmó que «Venezuela es un país decidido a ser libre y prevalecerá«.
Venezuela strongly rejects the renewal of the executive order that since 2015 has been usted to justify a sustained campaign of aggression against the Venezuelan people, in violation of every norm of international law, constituting a case of collective punishment. pic.twitter.com/eU7oej5M1M
— Yvan Gil (@yvangil) March 6, 2024
A continuación el texto íntegro del comunicado:
«El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza enérgicamente la renovación de la orden ejecutiva que desde el año 2015 se ha utilizado para justificar una sostenida campaña de agresión contra el pueblo venezolano, violando toda norma del derecho internacional, constituyéndose en un caso de castigo colectivo.
Con esta acción innecesaria, absurda y hostil, queda demostrado que el liderazgo decadente de los Estados Unidos no está en capacidad de diseñar una política exterior coherente que no se base en la coerción, el chantaje o el irrespeto. Habiendo tenido la oportunidad de corregir errores e injusticias del pasado que incluso han afectado sus propios intereses, la Casa Blanca opta por continuar aplicando su terrorismo económico a través de sus más de 930 medidas contra nuestro país.
Estados Unidos es hoy rehén de sus propias políticas de agresión. La crisis migratoria ante la cual tantos operadores políticos manifiestan preocupación no es sino consecuencia directa e inmediata de sus medidas coercitivas y bloqueos. Por otra parte, no se puede esperar otra cosa de un gobierno que normaliza y banaliza el genocidio contra el pueblo palestino o que se muestra indiferente ante la pérdida progresiva de los derechos civiles de sus minorías.
El pueblo venezolano no se ha doblegado ante estas agresiones ni lo hará jamás. Su moral, su conciencia y su constancia son la base sólida sobre la cual continúa construyendo victorias. No importa lo que haga Estados Unidos, Venezuela es un país decidido a ser libre y prevalecerá».
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